La psicología infanto-juvenil abarca desde el nacimiento hasta la adolescencia y permite estudiar el desarrollo de la personalidad, las emociones y el comportamiento de los niños o adolescentes en cada una de sus etapas evolutivas. En ocasiones, el desconocimiento de los cambios que conlleva cada una de las etapas evolutivas del niño y del adolescente, hace que los padres tengan la necesidad de saber si estos indican un correcto desarrollo de sus hijos o bien algún tipo de dificultad. En estos casos, lo más aconsejable es pedir asesoramiento psicológico para saber qué características son propias de cada periodo y por tanto poder estar más tranquilos y entender mejor el progreso que irán haciendo tanto los niños como los adolescentes en diferentes ámbitos como el lenguaje, las emociones, las relaciones, etc.